domingo, 29 de julio de 2012
laza
He vuelto a hacerlo. Mira que ayer me dijeron en el pueblo que los caminos para andar eran casi impracticables para las bicis, pero yo me he dejado llevar por las flechas del camino en lugar de ir por la antigua carretera y cuando he querido darme cuenta, era demasiado tarde. He seguido por una senda en la que habían puesto losas de piedra para evitar los riachuelos y el barro durante una buena bajada, esquivando como podía los huecos entre piedras hasta que llegó la subida. Puedo afirmar con total seguridad que me he visto en una situació extrema. He tenido que arrastrar la bici con el remolque por sendas que apenas podía pasar una persona a pie. Te juro que pensé que no podría salir de allí, y todo esto durante 6 km y superando un desnivel de 400 metros. ¡para olvidar!
Cuando por fin creí que nunca más podría salir de allí, que tendrían que venir a buscarme, empecé a ver la luz del sol y la vegetación empezó a aclararse. Por fin había llegado al punto más alto y podía respirar. ¡Eso sí! Barro y arañazos por todas partes, y los brazos temblando por el esfuerzo hecho.
A partir de aquí, entrada en la provincia de Galicia y una bajada de impresión hasta A Gudiña, con un frio extremo debido a que eran las 9 de la mañana y la abundante niebla que cubría esta población.
Repongo fuerzas y continúo con la segunda etapa hasta Laza. ¡Otra vez a subir por una carretera secundaria! Cuando llego a los 1300 metros estoy "pa darme algo" Sólo me consuela el paisaje tan bonito que se ve desde aquí arriba. Continúa durante 10 km subiendo y bajando entre los 1000 y 1200 metros con unas vista de ensueño. Voy pasando aldeas que no tentrán más de 15 habitantes cada una, todas ellas bien preparadas para el invierno. Por fin, tras muchos kilómetros de subidas y bajadas, comienzo el descenso y llego hasta los 450 metros de Laza. El descenso ha sido brutal. he tardado 5 minutos en hacer 12 km.
Por fin en el pueblo puedo ir al albergue, y me doy cuenta que esto no tiene nada que ver con mi anterior camino. Me dan una sábana y una funda de almoada desechable y cuando voy al albergue compruebo que es una construcción hecha con ese fin, con 5 habitaciones de 3 literas cada una, cocina, aseos y salón de reuniones; por no contar el patio exterior.
Como aquí tampoco hay cobertura 3G, he ido a comer al único bar que hay en el pueblo (¡qué cantidad de comida! he pedido pechuga de segundo y me han traido una fuente con 5 filetes y un plato entero de ensalada, además del primer plato, el postre y el café. Todo esto rematado con un orujo blanco de fabricación casera que estaba buenísimo) y después, en la barra, me he conectado al wifi.Todo por 9 euros. Además, me lo he pasado bomba escuchando las discusiones de un grupo de lugareños que estaban jugando una partida de cartas en el bar gritandose entre ellos en gallego. Sólo podía entender ¡Qué carallo!
Como siempre, por muy duro que haya sido el día, estos raticos compensan.
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Socio eres un campeón.. es admirable.. te seguimos desde Elda... estoy con Conchi vaya cena que nos hemos dado en homenaje... aqui estamos leyendo tus aventuras... ya queda poquito
ResponderEliminarBesos
Rosa
Animo Antonio ya queda menos, nos pones los dientes largos con tus comentarios, anécdotas, por los paisajes que describes, el frío, por la hospitalidad de los lugareños en fin pura envidia que nos das.
ResponderEliminarBuen Camino Antonio.