¡Peazo tromba de agua que está callendo! Menos mal que estoy a cubierto en un bar con acceso wifi en Alija del Infantado, un pueblecito en la comarca del Bierzo en la provincia de León. Lo que es evidente es que el paisaje y el tiempo no tiene mucho que ver con el resto de las zonas por las que he pasado. Los llanos campos campos de cereal seco, han ido dejando paso a pequeños bosques de carrasca y olmos alrededor de los numerosos ríos y riachuelos que he ido atravesando. Santiago cada vez más cerca.
Esta mañana pasé por Benavente que era el pueblo que me había puesto por meta en este viaje, lo que quiere decir que he superado mis expectativas. He estado haciendo cuentas y no me salen. Teniendo en cuenta que el miércoles trabajo y que necesito un día (o más) para volver a Elda, veo muy dificil llegar a Santiago a tiempo de volver. En cualquier caso, nunca me hice la ilusión de conseguirlo en 15 días, máxime teniendo en cuenta que he venido a disfrutar del camino, de los lugares y de las gentes.
Ayer se me olvidó comentar que estuve en el parque de un pueblito de apenas 70 habitantes, hablando durante 20 minutos con tres jubilados y, debo ser sincero, fue una experiencia muy enriquecedora, por no contar la cantidad de lugares y gente amable que he tenido por suerte cruzarme durante estos 11 días (y los que me quedan).
Y sigue lloviendo...
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