martes, 17 de julio de 2012

cuatro

Tercera jornada.
He dormido en el pabellón polideportivo de La Gineta y, la verdad sea dicha, eso de reposar en una colchoneta de gimnasio en el suelo de un vestuario dista bastante del glamour, pero ¡es lo que hay! Y ademas baratico.
He vuelto a salir muy temprano y cuando amanecía ya me encontraba a 8 km de La Gineta. A las ocho entraba en la plaza del ayuntamiento de La Roda y no, no he comprado miguelitos. Aproveché que había cobertura y el frescor de la mañana era muy agradable y conseguí subir por fin las crónicas de los días anteriores.
Volví a confundirme en la salida y hice 2 ó 3 km más (Señor, ¡Qué cruz!!!). A partir de aquí, el camino como de costumbre, secarral, nada de sombra, secarral y, casi llegando a Minaya encontré otro secarral...
Paso por el ayuntamiento a que me sellen la credencial y parto hacia El Provencio donde me esperan para abrirme el polideportivo ¿?. De nuevo otro tramo bajo un sol justiciero y más secarral, aunque conforme me acerco a Minaya comienza a cambiar el horizonte y empieza a verse algo de verde (viña, maíz, y algún bosquecillo mediterráneo.
Por fin llego a este pueblecito de la provincia de Cuenca donde el conserje del polideportivo (Vicente) me atiende a cuerpo de rey.
Hace un calor que te torras. He decidido no hacer rutas por la tarde y dedicarme a conocer las localidades que visito. Ahora mismo estoy en la biblioteca donde tengo Wi-Fi por la patilla y, en acabar, voy ha hacerme unas "gordas" en el bar de al lado. ¡Por cierto! el barman donde me tomé unas cañas ayer hablaba exactamente igual que el cansino histórico (José Mota). Un tío auténtico y super enrollao.

Eso es todo, amigos!!

1 comentario:

  1. Joder que envidia me estas dando Antonio. Animo machaca y buen camino.

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