lunes, 23 de julio de 2012

gotarrendura

Ya lo dije ayer. "la que me espera hoy". Ya en el mismo Barracos era cuesta arriba. Menos mal que decidí no continuar, porque seguro que no hubiera llegado. Como digo, empecé a subir en el km cero y no paré (no paré significa que no había ni siquiera un llano. Todo cuesta arriba) hasta que coroné el puerto. Una hora para hacer 8 km. En condiciones normales no hubiera sido tan duro, pero arrastrando un "peazo" remolque y después de 8 jornadas sin parar, se me ha hecho durísimo.
Evidentemente, la bajada ha sido de expectáculo (18 km en 45minutos) y por fin en Ávila. Me hubiera gustado entretenerme más en esta ciudad tan característica, pero era muy tarde ya y sólo me ha dado tiempo de entrar por una puerta, hacer unas fotos, y salir por otra.

Afortunadamente el asfalto ya se ha acabado y vuelvo a rodar por pistas de tierra. La verdad es que el paisaje es muy bonito y recorrer la inmensa meseta castellano-leonesa es un placer pues la temperatura es calurosa pero el aire es fresco y el cielo es extraordinariamente azul. Un placer para los sentidos.
Por fin he llegado a un pueblecito de 80 habitantes que, a pesar de ser pequeño, tiene un albergue de peregrinos que me ha dejado sin habla: cocina con lavadora, encimera y nevera, 3 cuartos de baño, 2 dormitorios con literas, patio interior, etc. Una pasada!! y todo ello por "la voluntad" Encima es una casa muy antigua ( la casa del maestro) que han restaurado y, como han dejado las paredes originales que son de piedra y adobe, se está más fresco que si tuviera aire acondicionado.
He comido en el bar del pueblo y me han ofrecido el WiFi para escribir esta crónica como cada día. ¡Por cierto! en el ayuntamiento hay una placa que indica que quedan 500 km hasta Santiago y yo he recorrido casi 570 ¡no sé, no sé...!
Recordaros que actualizo con frecuencia el album A Santiago desde Elda álbum
Un abrazo a todos y un beso a todas ;-)

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