Estoy contento. No he cometido ningún error en el trazado del camino y he llevado una buena media (20 km/h más o menos) así que a las 12:30, y despues de 70 km, entraba en la Villa de don Fadrique y me alojaban en el polideportivo municipal (otra vez).
Haciendo recopilación, he pasado por la provincia de Alicante, Murcia, Albacete, Cuenca y Toledo. ¡No está mal para ser la cuarta jornada!
Esta mañana a las 9 pasé por el Toboso. El paisaje parece que comienza a cambiar. He dejado los inmensos campos de trigo segado y empiezo a ver mucha vid. Las sombras en el camino siguen siendo escasas, pero lo compensa el verde de las plantas aunque, eso sí, las llanuras siguen siendo infinitas y los caminos, rectas que nunca se acaban. Tras valorar el calor sofocante que comienza a hacer prácticamente desde las 10 de la mañana, la disponibilidad de alojamiento y las fuerzas que me quedan, he decido llegar hasta este pueblo Mañana no sé. No me preocupa. Lo cierto y verdad es que mis piernas están ya muy tocadas y tengo sobrecarga en los músculos del cuello. Supongo que tras 6 ó 7 horas pedaleando será normal... Lo que más me duele cada mañana al sentarme de nuevo en la bici es -sí, sí. Justo lo que estás pensando- el culo. El sábado antes de partir estuve viendo en la tele una carrera mtb de 7 etapas por el desierto y Santi Millá era participante y comentarista. Pues precisamente dedicó un buen rato a pasar por las tiendas de campaña de los participantes y preguntarles cómo llevaban el culo después de varias jornada. La respuesta era unánime y eso precisamente es lo que me está pasando a mí. ¡Cómo echo de menos que alguno de mis amigos venga a ponerme cremita! jajajaja. ¡Vale! ¡Que es broma! No quiero comentarios al respecto ¿ok?
Ale! por hoy basta. A ver si puedo descansar esta noche porque son casi las 9 y hace un calor axfisiante.
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