No está mal. Para ser la primea etapa ha ido bastante bien. Al principio la subida ha sido muy fuerte pero después, el frescor de la mañana y el paisaje ha hecho olvidar los momentos más duros, y la sensación de estar en un bosque de cuento de los hermanos Grimm propiciaba una sensación de bienestar indescriptible que ha hecho olvidar el peso de la mochila en mi espalda.
Aunque hemos llegado relativamente temprano (12:45), el calor era ya insoportable y es que, según dicen por aquí, estamos teniendo un verano atípico en Galicia.
Reflexión: Me gustó más hacer el camino en bici, pero el hecho de compartir experiencias con mis hijos lo compensa todo.
miércoles, 10 de julio de 2013
Cea
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